Esta es una nueva sección de CATABUENVINO para hablar de todo aquello que siendo liquido no es vino. Es un cajón de sastre donde meteremos un poco de todo.

viernes, 30 de diciembre de 2011

COMO SER UN BUEN ANFITRIÓN


Reuniones familiares, cenas con amigos, invitados por doquier... La Navidad  y las cenas de año se convierte en una verdadera oportunidad para mostrarnos como el perfecto anfitrión. En CBV  os enseñamos a preparar la mesa ideal para dejar con la boca abierta a cualquier invitado.
De nada sirve contar con ingredientes especiales si los servimos en la vajilla golpeada de todos los días. Un plato presentado de forma original puede darnos un plus a la hora de ser recordados.
Sorbete de limón en un pintalabios, paté en una lata de caviar, guarnición en un tubo de pomada... El truco está en marcar la diferencia.
Estamos habituados a que en la misma mesa sean todos los platos iguales, ¿por qué no mezclar distintas vajillas? Una manera de ser originales es combinar un plato en forma de sombrerito con otro de greca o uno liso con otro ovalado. De esta manera crearemos una 'pelea amistosa' entre nuestros familiares para ver dónde se sienta cada uno.
Otra de las recomendaciones es poner siempre un bajo plato para depositar los desperdicios o algún alimento que no guste. También ayuda a la hora de una buena puesta en escena.
Para la decoración, nada mejor que un centro de mesa, un toque original o navideño o algo que denote calidad o envíe un mensaje a los presentes.
Lo ideal es retirarlo cuando se siente el último comensal, ya que en este tipo de cenas estorba, porque hay muchos platos. Además, impide la comunicación directa entre los miembros de la mesa.
La temática de Navidad o de fin de año permite el uso de cualquier mantelería, aunque en estas fechas predominan los tonos rojos, blancos, plateados y dorados.
El toque final llega con el brindis. Para ello hay que acercar en el espumante cava o champan. Este año para celebrar el nuevo año, proponemos copas de champán luminosas que se encienden automáticamente al llenarlas. Un detalle con el que puede dejar boquiabiertos y sorprendidos a sus familiares o anfitriones.
Además ahora con los comercios Chinos, que son muy baratos, incluso puede comprar pequeños detalles o regalitos que siempre gustan a todos los asistentes.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

UNA CERVEZA MUY ESPECIAL



Casasola celebra las fiestas con un maridaje de lujo que consiste en acompañar su nueva cerveza negra, Ness-Ness, de chocolates, patés y mermeladas, especialmente la de frutas del bosque.
Con triple fermentación en botella, esta variedad de tipo imperial tiene unsabor suave pero intenso que la hace idónea para degustar en tardes invernales, gracias a su gusto cremoso y con cuerpo.
En cuanto al diseño, la marca rinde homenaje a uno de los perros de la familia, que aparece serigrafiado en la botella. El nombre de la bebida (negro en escocés) también recuerda al animal, fallecido en las obras de la cervecera hace más de 2 años.
La miel, la cebada o el agua destacan entre los ingredientes de primera calidad cuidadosamente seleccionados para dar vida a una cerveza única, capaz de generar burbujas carbónicas naturales. Además, es una bebida solidaria, ya que el 10 % de los beneficios de sus ventas irán destinados a Ayandena, una asociación de ayuda a los animales.
Natural y responsable con el medioambiente, Casasola descubre un conjunto de sensaciones para estas fiestas, que combinan aroma, sabor y un diseño muy estético que irradia elegancia en cualquier mesa.
Esta nueva apuesta de la cervecera vallisoletana se une a Benedictina, una variedad rubia de doble fermentación en botella y Silos, una cerveza tostada de cuatro maltas, tonos cítricos y cuerpo meloso.

martes, 20 de diciembre de 2011

ARTE CULTURA Y CERVEZA


Los devotos de la cerveza conocen bien el mecanismo. La primera pinta despeja la mente. La segunda relaja los músculos y, si acaso, desata un tanto la lengua. Pero el locuaz necesita de una tercera para que su cabeza comience a vagar por senderos insospechados. Si bebe despacio y llega algo sólido al estómago, un espíritu beodo se asomará con cautela (los más entrenados requieren de una cuarta pinta). Una instancia a la que se llega con demasiada facilidad con un whisky doble. ¡Si lo divertido es el camino!
Su baja graduación y efectos progresivos colocan a la diosa rubia cervecera en clara ventaja frente al sobrevalorado Baco a la hora de inspirar, cual musa, a creadores y artistas. Sin embargo la cerveza goza de mala fama. Los griegos la consideraban una bebida de bárbaros incultos y no hay sentencia latina comparable al 'in vino veritas' que le haga justicia. Hoy su consumo se asocia a la vulgaridad de taberna o al desmadre de los 'hooligans'. La nobleza cultural del vino eclipsa a la cerveza y la confina a un inmerecido exilio intelectual. Aunque no siempre ha sido así. Ni tiene por qué serlo.
La exposición 'Arte y cerveza' de la Galería Gaudí de Madrid, que reúne los trabajos de un centenar de artistas de todo el mundo dedicados a su bebida de cabecera, rompe la veda. Llega el momento de reconocer que el culto a la diosa rubia ha propiciado obras perdurables y ha inspirado a las mejores mentes/paladares.

Ernest Jünger y Paul Newman

Paul Newman en 'Al caer el sol'.
Paul Newman en 'Al caer el sol'.
Aviso a navegantes para quien se vea tentado de echar mano de la birra con fines estéticos: la rubia es traicionera. "La cerveza vuelve la sed agradable", decía Ernest Jünger. Y sus propiedades digestivas mantienen a raya al vómito como autodefensa del organismo. Resultado: la cogorza llega sin aviso. Cuando el aire se torna denso y la lengua pastosa, ya es demasiado tarde porque los sudores fríos ya están ahí. Para muchos, la resaca que provoca es peor que la de sus parientes de alta graduación. Algo así como una cabeza arrasada por una estampida de búfalos.
Baudelaire, mucho más aficionado al ajenjo y al opio, la denigraba como "una bebida extraída de los excrementos de la ciudad", sin embargo no hay disciplina que no esté en deuda con la diosa. Incluso hasta el sétimo arte. Según cuenta Shaw Levi en 'Paul Newman. Una vida', el protagonista de 'El color del dinero' no perdonaba su cerveza ni en el set de rodaje ni en la ronda de entrevistas. Newman llevaba incluso un abrebotellas colgado al cuello para estar siempre listo.

Francis Bacon y Violadores del Verso

En las artes plásticas quien se lleva la medalla de espuma es Francis Bacon. Su especial debilidad por la cebada fermentada lo conducía a diario los pubs londinenses. Sobre todo, a los de estética y clientela 'working class'. En todo caso, hoy resulta difícil interpretar su 'Retrato de Inocencio X' o su 'Cabeza rodeada de carne de vaca' sin una buena pinta de por medio.
En el terreno musical la épica del rock parece hacer buenas migas con la cerveza. Pero lo cierto sus grandes mártires (Janis Joplin, Hendrix, Jim Morrison...) fueron más amigos de los licores fuertes y las drogas duras. Y los ejemplos de fidelidad a la espuma se encuentran más bien en los márgenes y tienen algo de sordidez, como Bon Scott, de AC/DC (muerto en 1980, ahogado en su propio vómito) quien le dedicó a la cerveza versos perdurables como 'She pours my beer, licks my ear / Brings out the devil in me'. Más cercano es el caso de Kase-O, del grupo de rap etílico español de alta gradución Violadores del Verso, que se autodefine como "el hombre de la meada larga".

La gloriosa literatura irlandesa

Günter Grass. | Carlos Barajas
Günter Grass. | Carlos Barajas
En el gremio de las letras, los aficionados a la birra fueron (y son) legión. Para empezar, está la legión irlandesa (James Joyce, Beckett, Flann O'Brien...) que parece llevar su afición a la negra Guinnes en los genes. Pero el santo patrón es sin duda Charles Bukowski, también conocido como Hank o Viejo Cerdo, que, para muchos detractores, fue mejor bebedor que escritor. Los cierto es que el autor de La máquina de follar exhibía en su propia anatomía (abultado vientre cervecero) los pernicioso efectos estéticos del consumo indiscriminado de 'pilsen'. Lo que más le gustaba a 'Buko', además de "rascarse los sobacos", era pasarse las noches en blanco escribiendo y bebiendo cerveza tras cerveza acompañado de música clásica en la radio.
Otro gran bebedor fue Francis Scott Fitzgerald, destacado miembro de la Lost Generation o, como prefieren algunos, Wet Generation (Generación Húmeda), que al promediar la década del 30 solía beber entre 20 y 30 botellines de cerveza diarios para mantener su ritmo de escritura. Pero no sólo de americanos brillan las letras cerveceras. El Nobel alemán Gunter Grass es un incondicional del lúpulo. Y la espuma también rebosa en obras como 'La espuma de los días', del frances Boris Vian, o en el 'Retrato de un artista cachorro', del poeta galés Dylan Thomas. Es verdad, Thomas murió tras ingerir de 18 whiskies, pero la cerveza fue su primera amor.
En realidad, tampoco hace falta irse tan lejos para encontrar buenos ejemplos de literatura cervecera. Los tenemos en casa. La periodista mallorquina Llucía Ramis, ganadora del último premio Josep Pla por 'Egosurfing', dedicó su celebrada primera novela 'Coses que et passen a Barcelona quan tens 30 anys' "a los 87 litros de cerveza que han sido fuente de mi inspiración".

lunes, 19 de diciembre de 2011

EL PISCO CHILENO por Sergio Correa Undurraga


Si bien el Pisco, al igual que el Singani, son destilados del vino lo he puesto en esta sección ya que la bebida es un destilado y se centra más en estas coordenadas. Existe una eterna batalla entre el Pisco Chileno y el Pisco peruano en CBV no nos decantamos ni por uno ni por el otro, sólo queremos hoy traeros este estudio de nuestro gran amigo y mejor enólogo Sergio Correa Undurraga, que con su habitual sabiduría nos ilustra sobre el tema.

El Pisco Chileno.
Este artículo  resume los inicios de la fabricación de aguardientes  realizados por los conquistadores españoles en lo que hoy día es la República de Chile, a partir de variedades plantadas por los primeros colonizadores  hasta lo que es hoy día la fabricación de Pisco Chileno con las variedades adecuadas para obtener un producto de reconocida calidad internacional.
El ensayo dará a conocer las zonas geográficas que  otorgan esta Denominación de Origen como también,  la materia prima usada, la vinificación, destilación  y tipo de equipos utilizados para producir  el alcohol base que se transformará en Pisco,  indicando los tipos de ellos incluyendo su guarda en maderas nobles.

Historia.
Las primeras viñas se introdujeron  en  La Capitanía General de Chile hacia los años 1541 al 1554 y de acuerdo al científico  francés, Claudio Gay, se  habrían plantado en la ciudad de La Serena a 450 Kilómetros al norte de Santiago, siendo cosechadas en el año 1551.
Es durante el siglo XVI donde aparecen los primeros indicios de producción de un aguardiente de uva, cuyos fabricantes son los descendientes de Francisco de Aguirre y Pedro Cisternas, propietarios de vides en los valles de Elqui y Limarí.
La economía minera aurífera desarrollada en Chile en el siglo XVI, obliga a los empresarios a concentrar toda la población  indígena en las minas de oro, creando un mercado que demanda grandes cantidades de bebidas alcohólicas, como vinos y aguardientes, pero a diferencia   de los mineros  que trabajaban en  el Cerro Potosí,  donde se estimulaba a los trabajadores con hojas de Coca, inexistentes en Chile, se les entregaba alcohol como parte de su dieta alimenticia laboral.
En un testamento fechado el 28 de enero de 1643 en el valle Limarí,  Diego Pizarro y Clavijo Gálvez, dejan en claro que son propietarios de viñedos y alambiques para producir aguardiente, también poseen, de acuerdo al testamento, una bodega y todo el equipo para realizar una vendimia.
En el año 1700  Miguel Pinto, un capitán de caballería, compra tierras en el valle de Elqui al tataranieto de Francisco de Aguirre quien las había obtenido como  una merced otorgada por el conquistador,  Pedro Valdivia.
A partir de ese momento,  los viñedos empiezan a extenderse por todo el valle, construyéndose bodegas para la producción de vino y fabricando alambiques de cobre, para su posterior destilación y obtención de aguardientes.
En 1732 aparecen los primeros indicios en que el aguardiente producido en la zona es llamado “Pisco”, esto está basado en un testamento donde se expone que se heredan botijas de pisco, por lo cual se supone que esta bebida se producía en la zona. Luego en los años siguientes se siguen encontrando en el valle de Elqui, testamentos donde  es posible leer que se deja en herencia “botijas llenas de Pisco”, como implementos para producirlo.
Los archivos de Los Jesuitas muestran que en el año 1767 Elqui  era un gran productor de uvas y aguardientes de muy buena calidad, haciendo notar que los suelos, la luminosidad y el clima eran una bendición de Dios para obtener la bondad del producto final. Además  las vasijas, pailas, cueros de los lagares eran de óptima excelencia.
En 1818 zonas al sur  de estos valles proponen crear un impuesto especial a los licores  que provengan de Elqui, ya que ellos impedían la comercialización adecuada de sus propios licores.
Hacia fines de 1830  los productores instalados en Elqui destilan vinos de muy alta calidad para producir botellas de aguardientes  con la marca “Pisco Álvarez” y a partir de 1860 ya se comercializaba un “Pisco Italia”
En 1873 se abre por primera vez y en forma oficial, un registro de marcas y emblemas de los productores de Pisco chileno, siendo este, la norma jurídica más antigua que hace referencia al pisco.
En 1889 en la Exposición Universal de París se presentan por primera vez los piscos chilenos, teniendo un gran éxito como una bebida distinta proveniente del nuevo mundo
En 1931 se publica un decreto de ley donde  se establece legalmente que el nombre de pisco queda reservado a los aguardientes que provengan de la destilación de los vinos de uvas producidas dentro de la zona pisquera y obtenidos por medio de alambiques que a juicio del ente fiscalizador, garantice la calidad del producto.
En el aspecto externo uno de los mercados más atractivos para los productores de aguardientes chilenos, es decir empresarios de Andalucía y Extremadura,  era la villa minera de Potosí (productora de plata) que fue uno de los epicentros más dinámicos de toda la economía colonial y que garantizaba la venta de esta bebida proveniente de una región específica del Reino, lo que permitía que se reinvirtieran esas ganancias obtenidas, en los valles mencionados.
Finalmente es necesario aclarar que hasta 1798, el valle de Elqui era una zona dentro del Reyno de Chile, que dependía del Virreinato del Perú y hasta  1810 y 1821, los  valles de Elqui (Chile) e Ica (Perú) respectivamente, eran posesiones del Imperio español, gobernados por autoridades coloniales.

Origen.
Los conquistadores y a su vez empresarios españoles que llegaron al norte del Reino de Chile  se dieron cuenta que podían desarrollar sin ningún problema su tradición cultural hispano-árabe referida al cultivo de la vid, dado a que encontraron un clima seco, una alta luminosidad ambiental y un suelo de calidad para la producción vitícola, dando uvas que maduraban con un alto contenido de azúcar, produciendo vinos licorosos de mejor grado alcohólico de los que se producían al Sur del país. Los empresarios andaluces y extremeños conocían los “alambiques”, heredados de los árabes, por lo cual lo usaron en esas tierras fabricándolos de cobre, el cual abundaba en la zona,  produciendo aguardientes muy apetecidos.
Vale la pena comentar que el cobre fue trasladado por los conquistadores hacia todo el territorio del Virreinato,  como Arequipa, Ica, Nazca y Pisco, donde sin duda se fabricaron alambiques para producir aguardientes. De hecho se conoce que en lo que hoy día es territorio de países como Chile, Bolivia y Perú, se producía este licor. En nuestros días, Chile y Perú, producen Piscos y Bolivia lo mismo, pero con el nombre de Singani.
Hoy día  hay una controversia sobre la denominación de origen, es decir donde y cuando se inicia su elaboración, como a su vez cuando la sociedad empieza a usar  la palabra Pisco. Es así, como   esta palabra es posible encontrarla en distintos idiomas, pero en la lengua de los nativos  de chile, es decir Los Mapuches existía la palabra “Pishku” y que de acuerdo a los historiadores su significado era “vino quemado” o “agua que quema”.
La Real Academia Española, asevera que Pisco es el nombre que se le da a la “botija” en que se exporta el aguardiente desde Chile y este destilado lo define como un aguardiente proveniente de uva Moscatel que se fabricaba en el norte de Chile, específicamente en Elqui como también  en la ciudad de Pisco en Perú.
Por otro lado mucho antes que se fundara la villa Pisco en Perú, en Chile (año 1552) se fabricaba pisco y cuando el terremoto del año 1687 destruye la villa de Pisco, el producto chileno invade los principales centros de consumo y a partir del 1732 la sociedad colonial empieza a llamar al aguardiente proveniente  del valle de Elqui,  Pisco, por lo cual ya en el siglo XVIII se propaga la palabra pisco para denominar el aguardiente producido en Chile con uvas Moscatel o Italia.
Otro aspecto interesante es que el Pisco chileno se tenía que trasladar a grandes distancias de su origen,  como  a las ciudades  de Cuyo, Potosí, Valdivia, Chiloé, por lo cual los españoles trasladaron a la zona, el arte de construir botijas y odres que se usaban como recipientes para contener la bebida, para que esta llegara intacta a los lugares de destino, por lo cual indirectamente se desarrolló  fuertemente la crianza de ganado caprino, crianza que perdura hasta nuestros días.

Definición y zonas pisqueras.
La ley chilena define al Pisco como “aguardiente producido y envasado en unidades de consumo, elaborados por destilación de vino genuino potable, proveniente de las variedades de vid que determine el reglamento, plantadas en dichas regiones”.
Otra definición más moderna  dice que es  “un aguardiente que se caracteriza por poseer  el aroma genuino de la fruta de origen, especialmente del tipo moscatel, producidas en un clima seco y altamente luminoso. El Aroma proviene de la fruta misma y no de un proceso de envejecimiento”.
Las zonas de producción conocida como la región pisquera, se definió por un decreto ley  fechado el 15 de Mayo de 1931 e incluía las Provincias de Atacama y Coquimbo, actualmente  las regiones de Atacama y Coquimbo, conocida también como Norte Chico, donde se encuentran los valles transversales  que van siempre desde la Cordillera de Los Andes al Océano Pacífico y regados por los ríos Copiapó, Huasco, Elqui, Limarí y Choapa.
Esta región se caracteriza por tener un clima semi-árido, con muy pocas lluvias invernales, mucha luminosidad y suelos de calidad adecuada para el cultivo de la vid.  En esta región es posible encontrar también,  los principales observatorios astronómicos del mundo, ya que se caracteriza igualmente, por tener los cielos más despejados y limpios del orbe.
Actualmente existen  alrededor de  10.100 hectáreas de vides para producción de Pisco, las que producen  240 millones de kilos de uvas de las cuales solo 110 millones de kilos se destinan para la producción de la bebida y el resto se vinifica para la producción de vinos tranquilos,  pajaretes y vinos regionales.
La última estadística indica que la producción de pisco alcanza a  35 millones de litros.

Elaboración y  características del Pisco chileno.
Actualmente el Pisco proviene de la destilación de las variedades Moscatel de Alejandría, Moscatel de Austria, Moscatel Rosada, Pedro Ximénez y Torontel, su producción consta de grandes cuatro fases:
-          Cultivo y cosecha de uvas: es posible observar sistemas de conducción tradicional en espaldera baja, parronales, espaldera californianas e incluso pérgolas caseras. La legislación impide cosechar uvas de un grado inferior a 10.50º G.A.P.
-          Vinificación para fines pisqueros: se obtiene el mosto  por medio de equipos que tratan la uva muy suavemente y solo con prensas  del tipo discontinuo, obteniendo jugos libres de impurezas que puedan dañar la calidad futura del vino. La fermentación del jugo es controlada,  muy parecido a  la fermentación de jugos blancos, obteniéndose vinos aromáticos y secos.
-          Destilación del vino para obtener Pisco: se realiza  en alambiques de ciclos  discontinuos y el producto obtenido debe quedar en reposo, al menos durante 60 días antes de su elaboración como tal. La ley  especifica que el producto obtenido de la destilación del vino, no puede tener una graduación  alcohólica superior a 75º Guy-Lussac.
Los Piscos se rebajan con agua desmineralizadas provenientes en su mayoría de derretimientos de glaciares de la Cordillera de los Andes.
-          Envasado final: el Pisco deben tener un contenido en ácidos volátiles  no superior a 1.5 gramos por litro y una impureza mínima de 2.5 gramos por litro a 100º Guy-Lussac  a 20ºC de temperatura y su contenido de azúcares no podrá exceder a 5 gramos por litro.
Existen diferentes tipos de Pisco:
-          Tradicional         : de 30 º
-          Especial               : de 35º
-          Reservado         : de 40º
-          Gran Pisco          : de 43º o más.
Sin perjuicio de la clasificación anterior,  existen los Piscos:
-          Transparentes  : sin guarda en barricas.
-          Guarda                                : de  dos a doce meses en barricas de madera noble
-          Envejecido         : con guarda superior a los doce meses en  madera noble.
-          Artesanales       : las uvas son de lugares muy escogidos y el vino producido para su destilación, contiene más terpenos. El producto se guarda por 2 a 3 años en barricas de maderas nobles.
En Chile el Pisco se puede beber solo, en forma de un cóctel con jugo de limón y azúcar llamado “Pisco Sour”, mezclados con bebidas sodas, jugos de frutas y muy de moda   entre la juventud, en una mezcla con bebidas colas y hielo.

Legislación chilena.
En el Artículo 28 de la ley  de alcoholes chilena está claramente explicado que la denominación de origen pisco, queda reservada para el aguardiente producido y envasado en unidades de consumo en las Regiones III y IV, elaborado por destilación de vino genuino potable, proveniente de las variedades de vides que determina el reglamento, plantadas en dichas Regiones.
La Denominación de Origen Pisco es la denominación reservada por la ley, para designar exclusivamente al pisco en reconocimiento de sus especiales características derivadas fundamentalmente de los factores naturales y humanos tradicionales, propios e inherentes a su origen geográfico. La zona Pisquera comprende la totalidad de las regiones de Atacama y Coquimbo.
Muchos países reconocen la D.O. chilena y en el caso de Francia, dice: “La Protection de l´appellation d´origine Pisco est refuseé uniquement en ce qu´elle ferait obstable à l´utilisation pour des produit originares de Chili de l´appellation Pisco protégée conformémént á la l´Accord établissant une association entre la Commaunaté européene et ses États membre, d´une part, et la Repúblique du Chili, dáutre part”.

Conclusión.
Es posible concluir que  los aguardientes chilenos tuvieron su origen en la experiencia de los conquistadores españoles principalmente andaluces y extremeños, quienes encontraron en el norte de Chile, condiciones únicas para producir aguardientes superiores a los conocidos en el nuevo mundo.
Sus herederos continuaron con la expansión vitícola de la zona, plantando variedades específicas que dieron origen a vinos aromáticos que se procedieron a destilar  y producir una nueva bebida llamada Pisco Chileno, el cual se expande profusamente por todo el virreinato del Perú, gracias  al desarrollo minero de una gran zona geográfica.
Con el tiempo,  en Chile, se delimita la zona conocida como el Norte Chico como área específica para producir Pisco chileno y se reconoce internacionalmente su Denominación de Origen en Mayo de 1931 sin desconocer que existen diferencias con el Perú (país donde se reconoce su D.O 60 años más tarde, Enero 1991),  en relación a la palabra pisco.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

FINNEGANS UNA CERVEZA MUY SOLIDARIA

Finnegans es la cerveza de Minnesota EEUU, que una vez ha pagado a los trabajadores, a los proveedores y a sus transportirtas,  todas sus utilidades las usa para dar de comer a los indigentes. Es una fabrica de cerveza hecha ONG, que su fin es aplicar todos sus beneficios a los planes de RSE (responsabilidad social empresarial). Desde 2007 en que fue creada , maneja a más de 500  voluntarios en sus instalaciones, organiza parties sociales en sus eventos, transforma sus beneficios en comidas para los homeless, En el 2011 distribuyo 111.352.comidas CONOCER MAS



lunes, 3 de octubre de 2011

POR QUE LA CERVEZA RUBIA SE LLAMA PILSEN ?

LA CERVEZA PILSEN
El 4 de octubre de 1842, la pequeña ciudad bohemia de Plzen (pronúnciese Pilsen) pasó a la historia gracias a uno de los más ‘importantes’ descubrimientos de todos los tiempos que inauguró una era dorada: la cerveza rubia.
Ese día de otoño, frío y desapacible como todos los días de otoño en la región checa de Bohemia, fue, sin embargo, uno de los días más felices y cálidos para los habitantes de Plzen reunidos en el mercado de St. Martin. Una felicidad que comenzó a gestarse un año antes y que nació de una amargura acumulada durante siglos. En efecto, hasta ese momento, la cerveza que se elaboraba en Plzen, como en el resto del globo, era un brebaje amargo, turbio y desagradable. Cumplía su función, sí, pero no era precisamente un placer gastronómico; al menos, para los exigentes paladares de los habitantes de Plzen.
El reino de Bohemia se había caracterizado por ser el cruce de caminos cosmopolita de Europa desde el medievo, imán de artistas, sabios e inventores y cuyos habitantes vivían al margen de las reglas de la época, practicando una forma de pensar y hacer diferente, alternativa, y, desde luego, adelantada a su tiempo –Kepler, Sudek, Mucha o Kafka son ejemplos de ello–.

A orillas del Radbuza
Ese día de otoño, frío y desapacible como todos los días de otoño en la región checa de Bohemia, fue, sin embargo, uno de los días más felices y cálidos para los habitantes de Plzen reunidos en el mercado de St. Martin. Una felicidad que comenzó a gestarse un año antes y que nació de una amargura acumulada durante siglos. En efecto, hasta ese momento, la cerveza que se elaboraba en Plzen, como en el resto del globo, era un brebaje amargo, turbio y desagradable. Cumplía su función, sí, pero no era precisamente un placer gastronómico; al menos, para los exigentes paladares de los habitantes de Plzen.
El reino de Bohemia se había caracterizado por ser el cruce de caminos cosmopolita de Europa desde el medievo, imán de artistas, sabios e inventores y cuyos habitantes vivían al margen de las reglas de la época, practicando una forma de pensar y hacer diferente, alternativa, y, desde luego, adelantada a su tiempo –Kepler, Sudek, Mucha o Kafka son ejemplos de ello–.

Ese inconformismo, ese rechazo a lo establecido, a lo convencional fue lo que llevó a los habitantes de Plzen a una revuelta popular para exigir una nueva cerveza. Pero no nos adelantemos aún.
La tradición cervecera de Plzen se remonta al mismo año de su nacimiento, 1295, cuando su fundador, el rey Wenceslao II, concedió a la ciudad la potestad de elaborar cerveza.
Y aunque en 1588 fue un bohemio, Tadeus Hayek, quien primero escribió un libro sobre el arte cervecero y otro checo, Frantisek Poupe, fue pionero en usar el termómetro y otros artilugios para perfeccionar el proceso, los progresos no era excesivamente prometedores.
Plzen no era una excepción a esta regla. Se llegó incluso a castigar a más de un fabricante por la paupérrima calidad de su cerveza; la pena, derramar el producto en plena plaza mayor, para escarnio y vergüenza ante sus sufridos consumidores.
En 1838 el asunto se hacía ya insostenible y un grupo de furiosos ciudadanos derramó más de 36 barriles de brebaje fangoso por las alcantarillas de Plzen. Espoleados por esta acción, el resto de ciudadanos protagonizó una pacífica pero amenazadora rebelión para exigir a las autoridades una cerveza de calidad más consistente.
Convencidos por sus argumentos, su primera decisión fue contratar a un joven arquitecto, Martin Stelzer, que diseñó y construyó la mejor y más moderna fábrica de cerveza de la época, a orillas del río Radbuza. Pero la verdadera clave de esta revolución, que empezaba a pergeñarse, fue la elección de un joven bávaro llamado Josef Groll, llamado a ser el maestro cervecero que cambiaría para siempre la forma de elaborar la cerveza.
Groll ya había experimentado métodos alternativos con éxito en su Bavaria natal y este fue el secreto que se llevó a Plzen en 1841. Las autoridades le dieron un año de plazo para elaborar un nuevo tipo de cerveza en la nueva fábrica de Stelzer. Ayudado por los magníficos ingredientes naturales de la zona –cebada de Bohemia, lúpulo de Saaz, agua blanda del Radbuza…–, ciertas temerarias innovaciones –calderas de cobre, triple destilación– y su método revolucionario –fermentación en la parte baja de los tanques y a temperaturas de entre 6º y 10º– el visionario maestro cervecero Josef Groll logró crear una cerveza radicalmente diferente de las que se habían elaborado durante 6.000 años, y que pronto se convirtió en un referente mundial –hoy, el 80% de las cervezas son de baja fermentación–.
Un placer de luminoso color dorado, sabor suave y ligero, compacta espuma y delicioso sabor. Lo que hoy conocemos como cerveza estilo pilsen o pilsener –nacida en Plzen–, también denominada lager o, entre nosotros, rubia.
Después de años soportando brebajes de turbio y desagradable sabor, sus paladares sintieron el suave frescor de una cerveza rubia, exactamente tal y como la conocemos ahora –en la fábrica de Plzen se sigue elaborando esa misma cerveza, Pilsner Urquell, con el mismo proceso e idénticos ingredientes que en 1842–.
Por primera vez en la historia, la cerveza no se bebía, ¡se saboreaba! Un cronista de la época lo relató así: “¡Qué admiración se percibió cuando el color dorado destelló y la espuma blanca como la nieve se elevó sobre él; cómo se regocijaron los bebedores al descubrir el chispeante y extraordinario sabor, inédito entre las cervezas hasta ese instante!”.
Una sensación que, desde ese mágico instante, hemos podido experimentar millones de amantes de la cerveza en todo el mundo. ¡Gracias a Groll!
A MODO DE RESUMEN
Groll sabía que, durante miles de años –desde los sumerios–, la cerveza se había elaborado en tanques abiertos, a temperaturas elevadas y por el sistema de alta fermentación, lo que podía deteriorar la calidad de esta bebida, especialmente en los meses de verano. El 4 de octubre de 1842 se abrieron los primeros barriles en el mercado de St. Martin, ante cientos de expectantes ciudadanos. Lo que se reveló ante ellos fue casi un milagro, una sensación indescriptible

martes, 27 de septiembre de 2011

Venezuela con 95 litros y Uruguay con 27 litros son los extremos del consumo per capita de cerveza en Latino América

Al exclamar ¡salud! y tomar cerveza, los bolivianos  fortalecen una de las industrias más prósperas del país, que el año 2010 realizó una contribución impositiva de $us 320 millones, generó un valor agregado de $us 400 millones  y empleó a 30.800 personas.
En Bolivia, el consumo por persona de cerveza  llega a 32.6 litros por año, uno de los más bajos de la región y el mundo, pero suficiente para convertir a la industria de la cerveza en una de las pocas consolidadas en el país.
Los datos corresponden a un estudio de la Cámara Boliviana de Fabricantes de Cerveza (CABOFACE), realizado por la firma Ernst & Young y presentado ayer en Santa Cruz por el economista Gonzalo Chávez. Las cifras corres-ponden a la gestión 2010.

Entre los menos bebedores.
Suele decirse que los bolivianos beben mucha cerveza, pero las estadísticas afirman lo contrario.
Tomando aleatoriamente como ejemplo a nueve países, los números dicen que Alemania es el mayor consumidor mundial de cerveza, con 113 litros anuales por persona.
En Venezuela se toman 95 litros por persona al año, 11 más que en Estados Unidos, donde el promedio es de 84 litros.
En España se toman 82 litros,  en México 61 y en Argentina 41.4.
Bolivia, con sus 32.6 litros de consumo anual por persona, apenas supera a Uruguay, donde cada habitante bebe 27.4 litros al año.

Poca exportación.
De acuerdo a los datos de CABOFACE, sus cinco empresas asociadas, las más grandes del mercado, produjeron 3.4 millones de hectolitros de cerveza el 2010. Un hectolitro equivale a 100 litros. De esa cantidad, 3.3 millones de hectolitros son destinados al mercado local, por lo que el porcentaje de exportación de cerveza es insignificante.
No se toma en cuenta la producción artesanal.
“Estos datos demuestran que la industria de la cerveza es de la pocas vinculadas fuertemente al mercado interno”, comentó el economista Chávez.
Los departamentos de Santa Cruz y Cochabamba  son los más consumidores de cerveza, a los que sigue La Paz. Los picos de consumo se encuentran generalmente en acontecimientos como el carnaval, el año nuevo, la festividad del Gran Poder y otros acontecimientos masivos.
Acompaña el crecimiento. Gonzalo Chávez, dijo que el boom de consumo que existe en el país explica el desarrollo y prosperidad de la industria cervecera.
Las tasas de crecimiento positivo de los últimos años, similares en promedio a las de la época considerada como “neoliberal” impulsan también el consumo.
Si se trata de identificar a tres indicadores que miden el crecimiento, el consumo de cerveza se encuentra entre ellos, aunque, desde luego, por detrás del consumo de electricidad y la cantidad de metros cuadrados construidos.

El marketing. Chávez afirmó que la presencia de grandes empresas  del mundo como propietarias de las marcas de cerveza en Bolivia, más que incrementar el consumo de ese producto, aportó a generar un mayor dinamismo de gestión empresarial.
“Cuando yo visitaba las oficinas de una marca de cerveza local en La Paz, encontraba a empleados mayores, para los que trabajar allí era un símbolo de estatus y jerarquía. Hoy no. Las cerveceras emplean a jóvenes, le han dado más dinamismo a la gestión de corto plazo y tienen estrategias de marketing más agresivas. Ese es uno de los aportes de los capitales extranjeros, antes que una mayor venta del producto”, explicó.
27.4  Litros de consumo de cerveza por persona en Uruguay. Es el único menor al de Bolivia.
95 Litros en  Venezuela esa es la cantidad de consumo anual por persona. Es el más alto de sudamérica.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

SE VIENE LA OKTOBERFEST

Desde que una boda instituyera en 1810 el democrático lema de «bebida para todos», Múnich celebra su colosal fiesta, que este año dura hasta el 3 de octubre. Siete millones de litros de cerveza, otros tantos visitantes...500.000 pollos asados, 150.000 salchichas... Son las colosales cifras que baraja el Oktobertfest. 

El que da su beneplácito a la primera jarra de cerveza es el presidente de Baviera, estado del que es capital Múnich. Y el que se la sirve, el propio alcalde de la ciudad tras asestar un par de mazazos al barril inaugural de la fiesta. Y a partir de ahí, comienza un no parar de desfiles de trajes tradicionales, ferias culinarias, atracciones, bandas de música, concursos de tiro al arco... y lo que se tercie. La sede del invento es la explanada de Santa Teresa o Theresienwiese (Wiesn). La entrada es gratuita pero, una vez allí, los precios no bajan de entre 8,70 y 9,20 euros la jarra de litro. Por si acaso, los domingos están destinados a las visitas en familia, con descuento incluido.
Para los más curiosos, el primer Oktoberfest se remonta a 1810, cuando se celebró la boda entre Luis I de Baviera y Teresa de Sajonia bajo el lema bebida para todos. El festejo tuvo tanto éxito que, 201 años después, es toda una leyenda. Eso sí, la cerveza está sometida a la Ley de Pureza de 1516, que sólo permite producirla con cebada, agua, malta y lúpulo. Quien quiera adentrarse un poco más en la evolución de la fiesta puede participar en los recorridos guiados por Santa Teresa (se suelen montar sólo 16 gigantescas carpas), que se lleva a cabo en varios idiomas.

El universo alcohólico de Múnich lo completan los clásicos jardines de cerveza(biergärten), terrazas al aire libre donde se suelen reunir propios y extraños en torno aun ancestral castaño (al menos, así lo marcaba la tradición...) para degustar su bebida preferida. La culpa la tuvieron los bodegueros, que decidieron despachar su producto directamente, sin intermediarios, con el consiguiente mosqueo de los taberneros. Éstos protestaron ante Luis I, quien despachó el problema permitiendo que las terrazas sirvieran bebida, pero no comida. De esta manera, los que quisieran acompañar sus jarras con algún tipo de vianda debían traerla de casa. Uno de los jardines más agradables es el de la Plaza del Mercado, con puestos de queso, carnes de caza, frutas exóticas, salchichas XXL o delicatessen para rematar el picnic.

Quien no quiera pasarse por el Oktoberfest puede quedarse en las llamadas Casas de la Cerveza que salpican la ciudad. Se trata de enormes tabernas tradicionales bávaras dependientes de las distintas fábricas cerveceras de la zona. En algunas como la Hofbräuhaus de la calle Platzl caben hasta 300.000 personas acodadas en larguíiiisimas hileras de bancos de madera. Entre las favoritas de los muniqueses también figura Agustiner, en Neuhauserstrasse, en pleno centro. Lo suyo es acompañar la bebida con más que generosos codillos o salchichas de la casa siempre que a uno le apetezca desayunarlas, ya que no suele ser muy habitual pedirlas a partir de las 12 del mediodía.

martes, 20 de septiembre de 2011

GUIA DE LA CERVEZA DE BOLIVIA

Pronto Bolivia tendrá en la red la Guía de la Cerveza. Este país esta atravesando un “boom” de la cerveza nuevas marcas han aparecido en el mercado y hay una competencia feroz entre estos nuevos productos. La gui de la cerveza viene a informar de estos productos con la cata y apreciación sensorial que expertos catadores realizaran a todas las cervezas nacionales y de otros países que se venden en el  territorio boliviano, creemos que es una muy buena iniciativa y que tendrá un gran impacto en el consumidor boliviano de este producto.

El consumo de cerveza en Bolivia sin contar otras bebidas alcohólicas es 38 litros. todavía hay margen para crecer.   El  mercado cervecero boliviano tiene para las cerveceras un especial interés dado su potencial de crecimiento. 

Bolivia cuenta con  CBN que copa parte importante del mercado con sus marcas Huari, Taquiña, Cruceña y Paceña. Otras cerveceras independientes y con presencia regional son:  Tarijeña Astra de la Cerveceria Bavaria, Sureña de Sucre, Cervecería Nacional de Potosí,Amazónica de Pando, y la artesanal Saya –Beer entre otras.

La presencia internacional se lleva la palma Coronas, también tenemos la presencia de Stella Artis de Bélgica, Heineken, Cordillera, o la brasileña Brahma entre las más importantes, y como no en el mercado ya esta también todo lo que viene de China en lata y bien fresquita.

De todas ellas hablaremos en LA GUA DE LA CERVEZA en BOLIVIA, y sobre todo en www.guiadelacerveza.com.bo encontará la cata y sus puntuaciones. Una guía fundamental que además de en la red se podrá encontrar en las librerías al terminar el año.