Esta es una nueva sección de CATABUENVINO para hablar de todo aquello que siendo liquido no es vino. Es un cajón de sastre donde meteremos un poco de todo.

lunes, 22 de abril de 2013

La cerveza más 'cool' es española



"¿Cómo puede ser que en un buen restaurante que ofrecía más de 100 vinos distintos, con toda clase de segmentaciones y cortes (crianzas, reservas, riojas, tintos, blancos), una gran variedad de ginebras así como muchas marcas de whisky… pidiéramos la carta de cervezas y sólo tuvieran una?", dice Jaime Gil Casares (Pamplona, 1976), uno de los tres socios de Brabante Cervezas.

"Todo empezó por pura casualidad. Estábamos cenando en un reconocido establecimiento y no pudimos elegir qué cerveza ‘cool’ beber. Nos dimos cuenta de que había un nicho de mercado inexplorado en España, el de cualquier cerveza que fuera alternativa a las lager, las de caña tradicional", explica el empresario, que ha creado con sus socios una firma que tiene un gallo como imagen. Aunque la Orden del Gallo la instituyera en 1302 un hijo de Felipe el Hermoso, rey de Francia, es ahora, en nuestros días y en España, cuando comienza su leyenda. El gallo es de raza Brabançonne, de sangre flamenca, y alza el espolón sobre campo de dorada cerveza premium. Ésa es la marca cuya bandera acuña en trigo, lúpulo y maltas las palabras: orgullo, fuerza e independencia.

GRAN TRIPLE (8,7º ALC.). De alta y triple fermentación, se caracteriza por el color ámbar y desarrolla un sabor a malta y un suave regusto aromático. Por su versatilidad y personalidad, acompaña de forma sorprendente todo tipo de recetas pero, sobre todo, guisos, legumbres, arroces y carnes rojas (2 euros, 33 cl).

TODOS PARA UNA. Los tres caballeros que se han empeñado en cambiar el monocorde paisaje español de la cerveza son Jaime Gil Casares, Ignacio Pan de Soraluce (Madrid, 1977) y José Manuel del Olmo (Genk, Bélgica; 1959). Forman un equipo que ha conseguido poner lo mejor de la fábrica tradicional belga al servicio del gusto español. Estos empresarios han apostado por la más alta calidad y la diversidad con la creación de cinco variedades de cerveza premium, de distintas fermentaciones y grados con las que se están posicionando en la vanguardia de la revolución del sector.

Uno de los socios lanzó una propuesta: analizar el mercado de la cerveza y tratar de lanzar una distinta, especial. "Cada uno trabajábamos en un campo distinto. Ignacio llevaba su propia agencia de comunicación y yo, tras mi paso por el banco de inversión JP Morgan y hacer un máster en la Universidad de Duke (Estados Unidos), trabajaba como responsable de inversiones del Grupo Lar en Alemania", explica Gil Casares. "Durante un año hicimos un estudio exhaustivo de mercado y, al poco tiempo, un amigo común nos recomendó conocer a ‘la persona que sabía más de cerveza en España: José Manuel del Olmo’", continúa.
"No sabíamos nada sobre este tema", añade Ignacio Pan de Soraluce, "así que José Manuel, que había sido director general de Heineken y que había introducido la cervecera Maes en nuestro país, nos pareció perfecto", termina. La maquinaria empezó a funcionar. "Nos pusimos en contacto y nos comenzó a ayudar. Es nuestro presidente y socio. Todo lo que hemos aprendido de cervezas ha sido gracias a él", declara Gil Casares. "Ignacio es el hombre de márketing. Él es el padre del logo y del posicionamiento; y yo, que vengo de banca, soy el hombre de los números, me encargo de la parte comercial. Por su parte, José Manuel es quien lleva la parte estratégica". Tras intensas reuniones y liderados por del Olmo viajaron a Bélgica. "Desde aquel día, hace tres años, llevamos vendiendo dos. Es decir, tuvimos un año de investigación y pruebas", dice Pan de Soraluce. Su socio Del Olmo puntualiza irónico que "fueron de pruebas y de errores, más errores que pruebas". Su socio no entra al trapo y añade que "fue un año muy intenso de trabajo en el que tuvimos que sacar las fórmulas, encontrar el mejor productor y después explicarle cómo queríamos exactamente nuestras cervezas. Mucha gente nos pregunta por qué fabricamos en Bélgica. Al principio fue por necesidad, pero ahora es una cuestión de elección. La calidad, la flexibilidad, el cariño y cuidado, el mimo que da Bélgica a la cerveza creo que no existen en ninguna otra parte del mundo y se ajustan a los niveles de producción que necesitamos nosotros". Mucho se ha crecido en España, en los últimos años, en conocimiento sobre la cultura del vino y de la ginebra. Ahora es el tiempo de la cerveza y Brabante está a la vanguardia de la exploración de este campo amplio y apasionante.Un mundo donde se pueden distinguir más de 400 tipos de elaborados y donde la gama de combinaciones de lúpulos que se usan es enorme.


BELGA A LA ESPAÑOLA. A Gil Casares le impresionó la calidad de los belgas: "Fue algo que nos conquistó. Cuando llegamos con nuestro proyecto, cómo nos escucharon, porque nosotros no queríamos fabricar bebidas que ya existían. En ese país, las mejores cervezas suelen tener una etiqueta que recomienda su consumo entre 8 y 12º.Pero en España no estamos acostumbrados a esta temperatura. Nuestras cervezas tenían que estar preparadas para disfrutarlas al estilo peninsular, frías y sin que perdieran su cuerpo. Comparando con las que conocíamos, queríamos hacerlas menos dulzonas y pesadas. A través del proceso de producción, del tipo de fermentación y de filtrado hemos conseguido lo mejor de la tradición flamenca pero con un toque español, que las ha acercado a la gente. Considero que hemos democratizado un poco el acceso a las grandes cervezas. Antiguamente había que ir a buscarlas a establecimientos internacionales y nosotros hemos conseguido que aquí se pueda tomar una Brabante oro, una Brabante oscura, una tostada de doble fermentación o una de trigo. Hemos hecho posible que se pueda elegir", presume. Suerte es lo que sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran, pero Brabante está introduciendo nuevas pautas de consumo, ya que además de una alta calidad tiene una imagen singular que convierte sus premiums en una bebida cool que está empezando a sustituir a las bebidas tradicionales como cervezas lager, vinos e, incluso, copas nocturnas.

"Hablamos de cerveza, hablamos de sensaciones, de momentos para beberla, de variedad y maridajes", dice Gil Casares mirando al trasluz su Brabante Oro mientras termina afirmando: "Nuestro discurso como marca es pura pasión por nuestro producto".

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