miércoles, 4 de agosto de 2010
El saludable Vermouth
Afortunadamente, detrás de todo lo bueno que conocemos en este mundo, siempre hay una gran historia que contar, en este sentido espero que me acompañen a sumergirnos un poco en las pintorescas anécdotas sobre el Vermouth.
Vermouth, un vino de alquimia y ciencia
A esta bebida, se le considera un vino perfumado -con hierbas aromáticas- de baja graduación alcohólica, muchos le atribuyen su origen a “Hipócrates de Cos”. Un histórico personaje griego, que afirman los historiadores vivió entre el siglo V y VI a.C., se le considera el padre de la medicina moderna y según se creé, él o un discípulo suyo redactaron el conocido “Juramente Hipocrático”, hoy ampliamente practicado por muchos galenos del globo.
Como ya es sabido, en la antigüedad se desconoce todavía el proceso de destilación, así es que los griegos y muchas otras civilizaciones de la época, se dedicaban entre muchas otras cosas, a producir vinos mediante la fermentación del jugo diferentes frutas. En ese contexto histórico, se dice que Hipócrates afirmaba lo siguiente; "el vino es cosa admirablemente apropiada para el hombre, tanto en el estado de salud como en el de enfermedad, si se le administra oportunamente y con justa medida, según la constitución individual". Es de esta manera y dada la vocación galena de nuestro personaje, que podemos especular que posiblemente Hipócrates, se encontraba tratando de atribuirle mayores propiedades medicinales a un determinado vino de uva, por lo que se puso a macerar flores de ajenjo (planta medicinal, también llamada absenta o hierva santa) y hojas de díctamo (planta igualmente medicinal, típica del sur de Europa, norte de África y parte de Asia), con lo que obtuvo un vino de hiervas, también conocido como “vino hipocrático”.
Ya sea que las personas lo hubiesen consumido como tónico medicinal, o como vino de hierbas, el brebaje resultante gusto y su proceso de elaboración fue trasmitido a través generaciones enteras, hasta que fue producido de manera industrial gracias a los avances de la tecnología. En la actualidad encontramos diversos tipos de Vermouth, estos varían según las hierbas utilizadas para su elaboración, en esta redacción nos limitaremos a definirlo como; rojo (dulce) y blanco (seco). Sus principales productores son los países mediterráneos de Francia, Italia y España, en el caso de Latinoamérica, destaca la producción de Brasil.
En España -como en muchas otras partes- se consume el Vermouth como aperitivo, es una costumbre de los ibéricos acompañarle con unas tapas en el templo de sus relaciones sociales, su bar de rutina, además si es posible, se prefiere que sea de grifo. En el continente Americano, mayormente solemos utilizar el Vermouth como base para ensamblar diferentes cocteles.
Manhattan, un coctel entre el mito y la historia
Según se dice, el coctel Manhattan; elaborado en base a 2/3 de buen whisky (americano o canadiense), 1/3 de Vermouth (dulce o seco), un Dash (golpe) de angostura y decorado con una cereza roja. Fue elaborado por primera vez en el Manhattan Club de Nueva York un 18 de noviembre de 1874, durante una cena de gala que se dio en honor al político Samuel Jones Tilden, quien en ese entonces acababa de ser elegido gobernador de Nueva York. Según se dice, fue Jenny Churchill quien organizo el evento y encargo el coctel como un trago especial para la ocasión, cabe mencionar que Lady Churchill fue la progenitora del que sería el primer ministro de Gran Bretaña durante los luctuosos años de la 2da Guerra Mundial; Winston Churchill.
Debido a sus atribuidos orígenes sociales, el Manhattan se encuentra asociado con la alta burguesía neoyorquina de la época. Durante las primeras décadas del siglo XX, el Manhattan aparece en diferentes escenas del cine Hollywoodense, consumido por actores que encarnan papeles de hombres de negocio y mafiosos, por lo que se convierte de un símbolo del poder varonil, de estatus y progreso económico. Otra de las influencias del cine, fue difundir el hecho de que es difícil dar con las medidas exactas para ensamblarlo, por lo que uno mal preparado, se suele considerar intomable o lo que es peor, una ofensa por parte del anfitrión. Sin embargo, a la hora de preparar algunos, busque usted su propio punto de equilibro.
Romano Paz
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